Con diversos cumplidos en los últimos años, la región del nordeste intenta asomar progresivamente en el plano del rugby nacional. Sin embargo, y en varias ocasiones, el foco de atención suele interrumpirse debido a cuestiones demográficas, económicas y deportivas que conforman necesidades a tener en cuenta con especial interés.
El seleccionado del Nordeste: un estandarte de la identidad regional. Foto: La Ovalada |
El pasado 2 de junio, tras catorce fechas, se jugaron las semifinales del Super Rugby Américas, la competencia que actualmente reúne durante al mejor rugby del continente. El primer duelo se jugó en el Estadio Charrúa de Montevideo, donde Peñarol se impuso ante Yacaré XV de Paraguay. El segundo duelo, que fue para Dogos luego de vencer a Pampas XV, tuvo lugar en la modesta cancha del TALA Rugby Club cordobés, a casi 1100 kilómetros del epicentro de la banda oriental. La distancia resulta ser más que una excusa para comenzar a remarcar algunos aspectos.
Dicha competencia, que ya va por su tercera edición, está conformada por franquicias (argentinas, brasileñas y chilenas, entre otras) que se sostienen económicamente gracias a capitales privados de diversa índole, como empresas y contratos de publicidad (sponsor). Es decir, una propuesta netamente profesional bajo la organización rectora de Sudamérica Rugby.
La propuesta dio frutos importantes en cuanto al desarrollo competitivo para Latinoamérica, pero no deja de ser un torneo pago y 100% profesional que disputa sus finales sobre estructuras amateurs. Tomemos como ejemplo al Estadio Charrúa y al TALA. Uno construido en 1984, reservado hoy para el rugby en la mayoría del tiempo. Y el otro, un club cordobés del barrio Villa Warcalde fundado en 1944 que cuenta con distintas disciplinas deportivas.
Desde su inicio, pospuesto por la pandemia en 2020, el torneo cuenta con una gran cantidad de jugadores que buscan el mayor crecimiento deportivo. En consecuencia, estos eligen la experiencia del profesionalismo durante medio año, para luego retornar a sus clubes de origen, según la provincia a la que pertenezcan. Esto produce un condimento extra al aspecto amateur de sus ligas regionales (Noroeste, Litoral, Centro, etc.).
El nordeste argentino no está exento de esta realidad: Diego Miño, Álvaro Viscay, Ezequiel Reyes, Lucas Favre, Gonzalo Cinat, Jerónimo y Francisco Gómez Vara, Arturo López y Francisco Díez, en su mayoría integrantes de una misma franquicia durante el 2022 (Olimpia Lions de Paraguay), en principio son algunos de los ejemplos a tener en cuenta.
1. Los problemas de la capital. ¿Y el interior?
El Plan de Alto Rendimiento (PlaDAR) es un proyecto ideado por la Unión Argentina de Rugby (UAR) donde los jugadores del rugby amateur se preparan para poder competir a nivel profesional. En un sentido estructural, se denomina “PlaDARes” a los Centros de Alto Rendimiento donde los jugadores captados desde diversos puntos del país potencian de su desarrollo deportivo. Gracias al tercer puesto del seleccionado argentino en Francia 2007, el rugby argentino decidió emparejar sus niveles para la competencia internacional, pero sin renunciar al semillero y al espíritu del amateurismo. Una de esas historias, referenciando ya a nuestra región, es la de Malena Díaz.
Malena comenzó su camino a los 17 años en el club Abipones de la localidad de Juan José Castelli, a 260 kilómetros de Resistencia. Corría marzo del 2017 cuando realizaba sus primeras presentaciones y tan solo cinco meses después sería convocada para formar parte del seleccionado de la Unión de Rugby del Nordeste (URNE). Al mismo tiempo, la UAR inauguró sus planes de armar el seleccionado juvenil de rugby femenino. Planificaciones donde el apellido “Díaz” comenzó a integrar las diferentes convocatorias nacionales desde un primer momento.
En sus años de desarrollo, la rama femenina del nordeste contaba con escasa competencia a nivel de clubes: el torneo “oficial” tenía solo tres equipos (hoy son seis) y únicamente con la categoría de mayores. Actualmente, la mayoría de los clubes cuentan con sus respectivas juveniles, posibilitando un mejor desempeño en relación a la edad de cada jugadora. El desempeño de Díaz sobresalía en aquella realidad, y es gracias a esta virtud que la jugadora reconoce hoy la rapidez de los frutos que le brindó el deporte.
Tras finalizar la secundaria en 2019, Daniel Villen, por entonces entrenador del seleccionado nacional juvenil, le recomendó mudarse hacia algún punto del país que cuente con “academia”: referencia clara a uno de los PlaDARes. La academia denominada “Centro”, en la provincia de Córdoba, fue la elegida para reforzar su camino con la ovalada. Hoy nordeste cuenta con un Centro de Alto Rendimiento (no academia) ubicado en el Sixty Rugby Club de la capital chaqueña. Sin embargo, el espacio solo está reservado a eventuales actividades ligadas al seleccionado regional.
Si bien el lugar que ocupa como satélite de captación es muy importante, todavía no cuenta con la plena característica de preparación constante que se requiere para potenciar las cualidades de los jugadores bajo su órbita.
Con un camino que se consolida en cada movimiento, Malena Díaz vive actualmente en la capital cordobesa. Integra el plantel del club Universitario y, lógicamente, sus presentaciones a cada convocatoria nacional junto a las hoy denominadas “Yaguaretés”, poseen menos kilómetros de distancia.
* Tierra adentro: los problemas de cada día
Retornando a tierras chaqueñas, nuevamente a Castelli y también a las instalaciones de Abipones, se encuentra Héctor Prester, presidente, jugador y colaborador del club de dicha institución. Prester prefiere correr el foco de la historia anterior, para invitarnos a resolver las necesidades propias de una región que cuenta con recursos para analizar y sacar provecho.
Si bien su testimonio es relativo a la hora de hablar de “los clubes del interior”, hay una cierta cantidad de similitudes que terminan generando un común denominador. Uno de ellos es el tema que remite a este texto: la emigración de jugadores que por diversas cuestiones sufren los equipos del nordeste. Un problema que, analizándolo en profundidad, termina creando un debate que pone atención sobre algunas gestiones de índole institucional.
Abipones disputa actualmente el torneo regional B-C (unificado) del Nordeste Argentino (NEA). Cuenta con una buena base de infantiles (casi 50), un equipo femenino (tema mencionado más arriba) y una organizada labor en inferiores. La cuestión bisagra comienza a partir del paso de los jugadores juveniles al plantel superior. Ocasión vinculada muchas veces a los nuevos rumbos que los “deportistas” deciden emprender después de finalizar los estudios (específicamente secundarios).
En este caso, la emigración se da en su mayoría hacía la capital chaqueña y, por consiguiente, a la correntina. Las opciones universitarias, laborales, demográficas y edilicias pican en punta a la hora de encontrar respuestas. Sin embargo, resulta necesario retomar la cuestión deportiva. Con el caso excepcional en donde Abipones sufrió la baja completa de una juvenil luego del “secundario”, vale remarcar algunos jugadores que hoy plantan la bandera de Castelli en las grandes ciudades: Nahuel Sánchez y Mariano Baustian en CURNE, Enzo Sander en CURDA de Asunción, actualmente nacionalizado paraguayo, Alán Sandoval y Matías Baustian en Luque, también paraguayo, y el caso femenino de Mayra Herrera en Cardenales de Tucumán, entre otros.
Resulta necesario volver al plano doméstico para destacar algunos puntos favorables de la URNE, principalmente a la hora de generar vías por donde fluyen las diversas necesidades de los clubes a su cargo. Actualmente esos canales tienen nombre y apellido: Ramiro Fiat y Rudy Bombares. Ambos funcionan bajo una gerencia que tiene entre otros objetivos atender las cuestiones de aquellas instituciones emergentes dentro de la zona.
Como una de las voces de su club, Héctor destaca una relación estrecha, con una atención favorable y regular a la hora de poner sobre la mesa algunos planteos. Al mismo tiempo, se permite trazar un paralelo para recordar sus experiencias junto al seleccionado del “Desarrollo”. Proyecto que actualmente se encuentra nulo por la suspensión de competencias entre selecciones. Decisión dictada por la Unión Argentina de Rugby.
Las destacables labores a la hora de atender cuestiones ajenas a la capital provincial, demandan en cierto punto un grado de participación necesaria. La otra cara de la moneda se presenta con cierto tono de reclamo a la hora de mencionar que, más allá de los agentes, los dirigentes del interior casi no ven el rostro de los principales mandos de la institución madre de la región. Actitud que lógicamente puede interpretarse como un desligamiento de ciertas cuestiones en donde muchas veces se necesita hacer mayor hincapié.
Finalizando este apartado es necesario mencionar al Centro de Alto Rendimiento ubicado en Sáenz Peña. Instalación que carece de actividades desde si inauguración en el mes de noviembre del año pasado. Una cuestión a tener en cuenta y que, sin dudas, podría torcer considerablemente el destino de la región en vistas de alcanzar un mejor desarrollo.
El Centro de Alto Rendimiento ubicado en Resistencia. Foto: Archivo. |
* Ese viejo y querido continente…
Buscando navegar en los ríos de la aventura, simplemente por explorar algo más allá de los orígenes. Con la cuestión de fondo de poder jugar al rugby. Son historias como las de Luciano Altabe. Nacido en el Club Regatas Resistencia, integra hace dos años las filas Annecy Rugby de la quinta categoría francesa. Hoy nuevamente instalado en la capital chaqueña, aguarda por la aprobación de otra oferta desde el viejo continente. En paralelo, “Luchi” se entrena esperando debutar en la primera del club “remero”. Todavía no jugó ningún partido oficial con el plantel superior de Regatas, pero ya disputó dos temporadas de competencia semi profesional en Francia, un país que respira rugby desde sus entrañas.
Sin dudas que la experiencia europea, volcada luego a las diferentes regiones del país, es una jugada que tiene buenos ojos al momento de potenciar una competencia. Sin embargo, el punto consiste en no perder de vista que existe cierta cantidad de jugadores que hoy optan por alguna peripecia fuera del plano local (y nacional), relegando muchas veces la oportunidad de relucir cualidades en sus clubes de origen.
Si bien lo anterior es un fenómeno que existe también a nivel nacional debido a la cuestión amateur de la práctica ovalada argentina, no hay investigación que resista el saberse parte de una región que, a pesar de un desarrollo sostenido, es de las más necesitadas a nivel económico, político y social. Actualmente, la mayoría de las propuestas contractuales que llegan desde Francia, Italia y España, acompañadas de buenas propuestas laborales, resultan tentadoras a la hora de explorar nuevos rumbos para el crecimiento deportivo de los jugadores, en este caso del nordeste. Algunos como Altabe, José Lezcano o Ignacio Dorronsoro (todos casos de Regatas Resistencia), aún sin tanto rodaje a nivel superior en su región, aprovechan las energías de la juventud para lanzarse al viejo continente, a la espera de aquella ocasión que los ponga nuevamente en sus terrenos natales.
Muy diferentes resultan los casos, entre otros, de Lucas Favre y Alejandro Luna, ambos del Club Universitario (CURNE) o de Juan Barbotti de Regatas: jugadores captados de manera previa por seleccionadores regionales y nacionales que tienen una conocida carrera del “otro lado del charco”, pero que previamente ya le han brindado minutos de juego a sus clubes de origen.
Cabe destacar en esta sección a Maximiliano Freschi (Sixty Rugby Club), Javier Pertile y Leandro Cedaro (Regatas); y el fenómeno de “Los Carrió” (desde las filas del Club Universitario) como pioneros de viajes en aquellas épocas donde solo unos pocos de la región tenían la dicha de poder gestarse las oportunidades mencionadas.
* La realidad social y el “Probá rugby”
Tampoco es posible dejar de lado la retroalimentación que debe tener este fenómeno que transita el rugby desde muchos puntos de vista. La captación y la contención desde las divisiones inferiores resulta un camino fundamental a la hora de generar y sostener estructuras que beneficien el desarrollo del rugby regional y nacional.
“Camino a ser Puma” es la primera vía relacionada a la estructura del tipo “captaciones”. El programa consiste en dar a conocer las exigencias que requiere el deporte a los jóvenes que comienzan su etapa de competitividad (menores de 15). Es un proyecto que existe hace 18 años y que en el mes de junio cumplirá con su 15° edición. En el 2023, la misma contó con cuatro estaciones: centro de rugby, prevención de lesiones, espíritu de rugby y reglas para un rugby seguro. Y, como propuesta final, un partido entre los presentes de la jornada.
Con el apoyo de la URNE, la UAR, la Fundación UAR (FUAR) y la Municipalidad de Resistencia, el evento deja en claro que su labor se desempeña sobre cierta base estable de jugadores. Más que de captación, hay una tarea de difusión del deporte. Cuestión que Camilo Schanton, dirigente de CURNE y agente a cargo de la propuesta, tiene muy claro a la hora de hablar del tema. Sabe que más allá de la captación del solo hecho de participar, la cuestión real gira en torno a la contención que debe tener una persona posteriormente al arribar a un club. El aspecto amateur genera la pasión de generar expectativas en los jóvenes, pero también debe competir con la falta de herramientas y el tiempo posible para que eso suceda de manera plena.
Por otro lado, el periodista Nicolás Lucuix propone ver otro costado del factor “captación”, desde una mirada netamente social. Salir a la calle y buscar las historias. Hablamos del encuentro que el rugby tuvo hace unos años en el Barrio Toba de la capital chaqueña. La idea se llevó a cabo gracias al periodista y la aprobación de la URNE, pero con génesis en gestiones con la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR). Del mismo participaron jugadores de la selección juvenil, con la intención de poder realizar una acción social y de poder instalar el deporte desde otra perspectiva. Intenciones que tuvieron una llama importante, pero que al poco tiempo se terminaron diluyendo debido a las ya mencionadas faltas de herramientas para un trabajo conjunto.
Programas de difusión. Una deuda actual del deporte ovalado. Foto: Nicolás Lucuix. |
Algunos de los acercamientos sociales del rugby en los últimos años. Foto: Nicolás Lucuix. |
Expuestos los diversos factores que cotidianamente crean motivos para trabajar sobre las cuestiones de la región, también se sabe del otro punto de discusión que rodea al rugby desde el aspecto social. La primera mirada de un deporte que es costoso, demandante, y que muchas veces es noticia por hechos de público conocimiento a lo largo de los años. Estos párrafos son solo una pequeña parte inmersa en mundo llamado rugby, pero que también decide acercarse a las cosas dentro de las gestiones deportivas realizadas en nuestro país.
Como se mencionó a lo largo del texto, la región convive con históricas necesidades. Hoy, el Torneo Regional cuenta con la participación de equipos del Paraguay y tras seis años se dio el regreso de la competencia nacional a nivel selecciones. Competencia de la que participa nordeste junto a los principales conjuntos del norte del país.
Por cuestiones relacionadas a la obligación institucional, sin dudas que estas líneas hubieran requerido la palabra de Luis García Borghes, por entonces presidente de la URNE. Quizás, la ausencia de palabras se convierta en hechos reales para los ojos de aquellos que abogan por el crecimiento continuo y constante de una identidad. O al menos así deberíamos pensarlo.
2. Palabra autorizada
“En Córdoba, como en Tucumán o Buenos Aires, hay más viajes, tenés más oportunidades. Es la forma que se me dio a mi de poder moverme, de entrenar con un club donde también te exigen el triple porque hay más cantidad de chicas.
Eso un poco te hace repensar e ir para atrás, pero es cuando más tenés que pelear el puesto. A nivel selección, en la academia, pasa lo mismo. Algunas jugadoras son nuevas, pero casi todas son buenas y tienen automatizado su rugby. Las chicas hoy buscan nivel”.
“En el interior del Chaco también se da una diferencia entre los clubes del Regional B y el Desarrollo. La situación ahí es distinta porque tienen más falencias a nivel estructura, sumado a que ellos mismos deben costear sus viajes para poder jugar. En ese caso la tienen un poco más difícil, a diferencia de los clubes que jugamos el regional B-C que sí tenemos cubiertos nuestros traslados. Esto pasa actualmente porque antes no contábamos con ese beneficio. De todas formas, estaría bueno que se gestione un análisis para el caso del Desarrollo que por ahí necesitan más, pero eso no depende de mí”.
Héctor Prester
“Actualmente la UAR también tiene dificultades para visibilizar un proyecto que me muestre un trabajo de promoción del deporte. Más allá de los cursos, de las academias, de Conecta Rugby y demás, ¿dónde vos ves un trabajo articulado desde la UAR que luego se vuelca en las diferentes uniones del país? ¿Queda a potestad de cada club en las diferentes regiones? En ese caso, ¿alguna vez viste jugadores de algún club en las peatonales o las plazas? Este tipo de actividades se dan cuando Los Pumas están en el país, pero con suerte juegan tres partidos. Y visitan tres provincias”.
“En Nueva Zelanda se da un caso particular. Si bien el deporte más popular es el rugby, competitivamente los chicos optan por jugar al futbol. La ovalada brota en las calles de ese país, pero la exigencia que requiere la práctica para poder competir es significativamente otra. Es decir, la preparación para el rugby viene siendo cada vez mayor, incluso en NZ. La alimentación, la cuestión física, el descanso y los hábitos son factores importantes en la vida competitiva y el programa Camino a ser Puma viene a enfocarse sobre esos temas”.
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